26 de noviembre de 2011

ETA y la disonancia cognitiva vasca

“Los hombres auténticos viven como piensan. Los que quieren engañarse piensan como viven”, (Darío Lostado)

Cuando estudiaba Psicología me llamó poderosamente la atención un mecanismo de defensa que todos empleamos para dar coherencia a nuestros actos. El artificio se denomina disonancia cognitiva y lo aplicamos cuando sentimos tensión o desasosiego al mantener al mismo tiempo dos pensamientos en conflicto, o bien por un comportamiento que entra en conflicto con nuestras ideas o creencias. El mecanismo consiste en que de forma casi automática generamos ideas y creencias nuevas para conseguir que ideas y actitudes encajen, constituyendo de nuevo la coherencia interna.

Desde mi perspectiva una gran parte de la población vasca lo ha estado aplicando al fenómeno del terrorismo de ETA. Imagínese que vive en una localidad de Guipúzcoa, de fuerte identidad cultural, a usted le gusta el pueblo y se siente vasco. Corren los años 70 y el franquismo da sus últimos coletazos. De pronto, llega la Transición y todo es esperanza, se habla de autonomía, de libertad, en definitiva de democracia. No obstante, los atentados de ETA aumentan y a usted esto le parece condenable y una tremenda equivocación, no le cuadran las bombas con el “nuevo tiempo político”. Sin embargo, cuando trata de exponerlo en el bar hay cinco o seis personas que rebaten vehementemente sus argumentos, dicen cosas como: ¡lo que no consiga Euskadi ahora no lo hará nunca!, ¡la Constitución no nos representa!. Decide no enzarzarse en discusiones porque son mayoría. Sabe que esos mismos ya han amenazado a un empresario burgalés, que monopolizan el bar y hablan mal de los "maquetos". Lo peor es que celebran sin recato los atentados y….¡quieren que todos lo hagan!. A pesar de todo, sigue yendo al bar, asintiendo a lo que dicen por no discutir.

Un día trata de desahogarse con su vecino, pero descubre que él ha empezado a justificar la situación, su vecino considera que algo de razón tiene ETA porque Euskadi no es igual que el resto de autonomías y porque si no es con un poco de fuerza no se consigue nada. También asiente a lo que el vecino le dice, y piensa que igual el equivocado es usted, que a los que mata ETA será que han hecho algo malo en el pasado. Un buen día un joven del pueblo desaparece y después de un año se entera de que le han detenido por etarra. ¡Pobres padres...lo que estarán sufriendo! se dice. Se organiza un acto de apoyo en el pueblo. Usted no quiere dar su apoyo a ETA pero decide asistir, más que nada para estar con los padres. Aunque no lo dice también piensa que si va le verá el resto del pueblo, sobre todo los radicales, y todo seguirá estando bien. Tras varios años así, llega el comunicado de cese de la violencia de ETA y en las elecciones de 2011 vota a Amaiur......¡para que no vuelva a haber más atentados!.

Usted desde el primer día ha aplicado la disonancia cognitiva, porque siempre ha sido consciente de que el terrorismo es una lacra terrible, es repudiable y no tiene ninguna justificación. También sabe que debía haberse enfrentado a los violentos…..pero tenía miedo. Miedo a que a usted o a su familia les hiciesen algo, a que duden de su ascendencia vasca, a quedar marcado, a perder las amistades. Si usted fuese ese vasco mi consejo sería que reflexionase y se dé cuenta de ello, y que trate de obligar a los realmente culpables, y a todos los que han estado mirando para otro lado, a pedir perdón a las víctimas del terrorismo de ETA. Ese día, sí habrá “un ciclo nuevo”.

23 de noviembre de 2011

¿Con IVA o con IVA?


En los últimos meses, sólo se viene hablando en nuestra querida España acerca de las medidas para salir de la crisis. Son ineludibles las palabras: recortes, ajustes y racionalización del gasto. Parece incuestionable que la única solución pasa por apretarnos el cinturón si queremos mantener un mínimo del estado de bienestar. Por otra parte, este “tsunami” financiero se va a llevar puestas muchas estructuras ineficientes y redundandentes, va a reducir el dispendio reinante y nos va a obligar a centrarnos en lo verdaderamente importante: los servicios básicos, la sostenibilidad de las pensiones y la creación de empleo. Tanto el problema como la solución son en gran parte responsabilidades del gobierno de la nación.

Sin embargo, la cuestión no debería quedar aquí para los ciudadanos de a pie. En mi opinión todos tenemos una parte de responsabilidad en la situación actual y deberíamos reflexionar sobre muchas de las prácticas poco éticas, aunque muy lucrativas, que por resquicios legales o por falta de control efectivo se nos permite realizar. Me refiero a las trampas y “triquiñuelas” que, por acción u omisión, son muy habituales y de todos conocidas. ¿Nunca ha pagado, o le han ofrecido pagar, una factura sin IVA? ¿Le han obligado a pagar “solo en metálico” en alguna consulta del dentista? ¿No conoce a nadie que no declara los ingresos por alquiler de un piso?¿Y qué me dice de escriturar “un poquito” por debajo del precio convenido?.
Es verdad que podemos tratar de justificar estas trampas con razonamientos como: ¡bastantes impuestos pagamos!, ¡total.....para que se lo queden otros!, o ¡no quiero que mi dinero vaya a la Iglesia, o….a las fuerzas armadas, o….al cine español, o….a los banqueros!. Al final todos sabemos que no se trata de otra cosa que de hacer prevalecer nuestro interés personal a costa del general, de ser más "listo" que nadie y de enriquecerse un poco más.
Pues bien, yo planteo que, independientemente de lo que haga el nuevo gobierno, ha llegado el momento de que estas prácticas acaben, que se persigan de forma rigurosa (lo cual, por otra parte, no es nada difícil) y de que socialmente sean desechadas de nuestro patrimonio cultural. La próxima vez que le pregunten ¿con IVA o sin IVA?, vaya a otra empresa o autónomo, exija siempre una factura válida y, por favor, ni se plantee ocultar “esas pequeñas cosas” en su declaración anual de la renta. Le aseguro que se sentirá mejor, tendrá mucha más fuerza moral para hacer que los demás cumplan las reglas y podremos exigir de verdad a nuestros políticos que hagan su parte. A propósito, si todos hacemos eso no deberemos preocuparnos de la crisis nunca más.

Imagen: © Suto Norbert | Dreamstime.com